Información General

La Radio-Oncología, utiliza a la Radioterapia como tratamiento antitumoral o destructor de tumores, a través de radiaciones, como los Rayos X, en sitios del cuerpo específicos,  con dosis cuidadosamente calculadas y dirigidas para combatir la enfermedad, esto se realiza en equipos de alta tecnología, llamados aceleradores lineales. 

Algunos de los beneficios de la Radioterapia son: El alivio de los síntomas como el dolor, sangrado y obstrucción,  la curación de la enfermedad, su control y la disminución del riesgo de recurrencia. Otra de las grandes ventajas es que el procedimiento requiere de mínima invasión, y es ambulatorio. 

Cada situación es especial y su tratamiento es especifico a las necesidades del paciente, por lo que es necesario una revisión completa para determinar el tipo de tratamiento optimo. A grandes rasgos se podría clasificar de la siguiente manera:

Radical o definitivo: Refiriéndonos a la eliminación completa de la enfermedad, con expectativas de cura dependientes a la etapa en la que se encuentre la enfermedad y demás particularidades.

Prequirúrgico: También conocido como neoadyuvante, es el tratamiento que se administra con la intención de reducir el tamaño del tumor de forma optima y mejorar los desenlaces de la cirugía.

Postquirúrgico: O adyuvante, se refiere a la radiación posterior a la cirugía para eliminar la parte del residuo que no fue posible retirar con cirugía por el alto riesgo que este representa y reducir la probabilidad de que la enfermedad regrese.

En general se considera un tratamiento con pocos efectos secundarios y con un margen alto de tolerancia. Sin embargo esto es dependiente del tipo de enfermedad, por ejemplo, estos efectos serán muy diferentes si lo que trata es el abdomen, pelvis, cráneo, cavidad oral, laringe, etc.

Dentro de los efectos secundarios más comunes son el cansancio físico y la somnolencia. Es necesario discutir con un profesional posibles riesgos y complicaciones relacionadas al tratamiento, ya que cada caso es muy particular y acudir a valoración de forma oportuna para acabar con los síntomas y prevenir complicaciones.

Existen muchas modalidades de tratamiento y dependerá de particularidades de cada paciente, sin embargo, el procedimiento estándar y que se practica en la mayoría de los casos es el siguiente: 

1. Valoración en la consulta, exploración física, validación de los estudios de imagen, patología y de laboratorio. 

2. Programación de tratamiento y tomografía simple o contrastada de simulación, la cual se realiza con un equipo especial de inmovilización, máscaras termoplásticas, colchones de aire o espuma, entre otros.

3. Se realizan puntos de marcaje permanentes sobre la piel en puntos estratégicos que ayuden como guía a la radiación a lo largo del tratamiento.

4. Planeación por el área médica y física del tratamiento. 

5. Inicio y administración del tratamiento con recurrencia y duración dependiente a la enfermedad y recomendaciones medicas.  

6. La radiación continúa haciendo efecto en el organismo hasta 6-8 semanas después de su implementación.

7. Evaluación posterior a la finalización del tratamiento de Radioterapia.